Hoy en día es el acontecimiento más doloroso para mí, fue mi compañía cuando me sentía sola, fue mi apoyo cuando me sentía inservible y fue mis risas cuando estaba triste, fue concejal de Itagüí y una persona muy sonriente, con buen carácter y amor por sus hijos. siempre manejó el sentido de la justicia y empatía, yo sentía que él estaría conmigo siempre y verlo todos los días para mí era algo increíble, solo tenía once años cuando se fue, yo trato de recordarlo con mucho amor y de nunca olvidarme de hasta el último abrazo, su última palabra, su última mirada, porque es lo único que nos queda de las personas cuando ya no están, los recuerdos y los pequeños detalles que los hicieron tan únicos y tan fáciles de amar, cuando una persona es así de especial se vuelve imposible no amarlo, no extrañarlo, no recordarlo y también se vuelve imposible no arrepentirse de haber podido pasar más tiempo con esa persona y solo nos damos cuenta de eso cuando ya no están; por eso es importante recordarle a las personas que las queremos, pasar tiempo juntos y que lástima que solo nos demos cuenta de eso cuando ya no están, la muerte de mi abuelo hizo que la muerte de mis seres queridos sea mi mayor miedo y preocupación, ahora solo me queda la imagen de su hermosa sonrisa acompañada de un corazón excepcional.

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