Síndrome de Estocolmo
Autor: J.F Piedrahíta.
Terminé pagándole a una ladrona que me atracó el corazón
Y aún así acabé debiéndole hasta lo que no me robó .
Me hizo creer que veía nítidamente, mientras tenía los ojos cerrados .
Y me hizo pensar que estaba haciendo lo correcto
Cuando en realidad había errado al confiar en la cordura,
Pensando que estaba cuerdo cuando estaba loco.
Y queriendo callar el eco de mi voz que retumbaba junto con tu silencio.
Caí en tu trampa pensando que tú eras la herida ,
Cuando yo fui el lastimado por tus mentiras.
Y me atrapaste para quitarme todo lo que tenía
Pero me dejaste tus balas perdidas,
Las cuales se incrustaron en mi corazón
como el seguro que evita que me desangre de dolor .
Y no vi que tú no llenabas mi vacío, solo lo hacías más grande.
Y que no necesitaba tu amor para calmar mi ansiedad .
Lo que necesitaba era un psicólogo para entender
que tu amor fue solo un síndrome de Estocolmo .
Ya que para inventar un amor imaginario
Debes sufrir una fuerte desconexión de la realidad
Y ves que llegaste a amar a la persona que más te lastimó.
Y lástimas a quienes te quieren, por ayudar a quien no te amó.
Sin ver que eras el rehén que le dio un arma a su verdugo.
Pensando que la usará a el favor de ambos ,
Pero solo.... hubo una bala con tu nombre en ella
Y al final fuiste el blanco más fácil
No porque no hayas peleado, sino porque no hiciste nada por evitar ese disparo.