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EL COVID-19 EN MI FAMILIA

Autor​: Santiago Buelvas

Grado: 7

A finales del año 2019, en Wuhan china se originó una enfermedad que cambiaría nuestras vidas en el futuro. El 17 de noviembre de 2019 iniciaron los contagios de este nuevo virus, el virus era muy mortífero, tanto que podía matar a las personas contagiadas, era un tipo de neumonía desconocida, la organización mundial de la salud (OMS) la declaró como una pandemia el 11 de marzo de 2020.

El primer caso de COVID 19 en Colombia llegó a Bogotá el 6 de marzo del 2020, era una mujer de 19 años procedente de Milán, Italia, ella presentó síntomas y acudió a los servicios de salud, le hicieron un análisis y los resultados fueron positivos. El lunes 26 de marzo se suspendieron las clases presenciales de los colegios públicos y privados de todo el país para proteger a los niños y a los jóvenes.

En esa fecha ya había 34 casos de COVID 19 en el país, se adelantaron las vacaciones a partir del 30 de marzo hasta el 20 de abril de 2020 teniendo en cuenta la evolución del coronavirus en el país, ese día se determinó si se continuaría con el calendario presencial o virtual.

En mi colegio el 6 de abril de 2020 hasta el 20 de abril del 2020 no había clases, yo al principio celebré y me sentí muy alegre.

Pero luego la situación se complicó y entramos en cuarentena, al principio esto no me afectó mucho, pero a medida que transcurría el tiempo me fui sintiendo algo aburrido siempre en mi casa y extrañé salir a la calle, y como vivía en un apartamento interno, tenía poca visibilidad de la calle.

Un tiempo después,comenzaron las clases virtuales y me sentí bien, no me afectó que fueran virtuales, de hecho, me gustaron y me fue muy bien ese año.

Hasta que las cosas se complicaron para mí y para mi familia, el único que salía de nuestra casa era mi papá y mi mamá, y mis hermanos y yo nos quedábamos en la casa mientras mi papá trabajaba, algunas veces íbamos a visitar a mi abuela, ella vive a una cuadra de nuestra casa. El 28 de octubre del 2020 mi papá se contagio de COVID 19 él se aisló de mi mamá, mis hermanos y yo.

Luego el primero de noviembre de 2020 a mi mamá, mi hermano y a mí nos realizaron la prueba de COVID, la de mi mamá y la mía dieron positivos, mientras que el resultado de la prueba de mi hermano, fue negativa, mis padres decidieron aislar a mi hermano ya que él era asmático y lo llevamos a donde mi abuela mientras que mi mamá, mi papá y mi hermano de 10 meses se quedó con nosotros en nuestra casa.

En ese tiempo estuvimos contagiados, tomamos muchas bebidas calientes y nos hacíamos vapores con eucalipto.

Yo tuve pérdida de olfato y fiebre, mi papá fiebre y mucho dolor de cabeza, a mi mamá se le fue el olfato y el gusto, a momentos perdía el aire, era la que peor estaba de todos.

Mientras tanto, donde mi abuela también se contagiaron y mis padres luego de pensarlo decidieron traer a mi hermano, en mi casa ya nos estábamos recuperando y luego ya no sentíamos síntomas, en total estuvimos contagiados una semana y unos días.

Al final todos nos mejoramos y seguimos con nuestras vidas, y es algo que mi familia y yo no queremos volver a vivir.

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EL BELLO ABUELO

Autor: Emmanuel Chica Ramírez

Grado: 7

Estaba un día un niño en su casa debido al COVID-19, él siempre pensaba en sus abuelos, se preocupaba por ellos, pero en especial por su abuelo, él tenía que trabajar vendiendo dulces para poder comprar sus alimentos y la familia no podía ayudarle debido al covid-19 y se sentían muy impotentes.

El viejito se empezó a enfermar, pero no por COVID-19, compartimos las fechas especiales de navidad juntos, cosa que no pasaba mucho, el niño muy feliz, pero su abuelo muy enfermo y casi no podía respirar…

Lo tuvieron que trasladar a urgencias y pasamos Año Nuevo juntos en familia, pero sin el viejito, el paso año nuevo en el hospital y no creíamos que esa enfermedad iba a terminar con él.

Mi abuela estaba muy triste y yo no quería saber de nadie, cuando llegó la hora del velorio todos estábamos de luto y muy tristes, y poco a poco salimos adelante, y superando la situación, él nos hacía mucha falta en la familia, y aún nos hace mucha falta, pero él ya descansando en paz.

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Conclusión: Todos algún día vamos a perder a un ser querido, no lo debemos llorar toda la vida, pero tampoco lo debemos olvidar, pero debemos dejarlo descansar en paz.

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