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Sueños que se esfuman

Autor: Andrés Sánchez.

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Diciembre del 2018

-Ha sido mi peor año, solo quiero que se termine ya.

-Tranquilo nito’, el año no ha estado tan mal, además siempre piensa en las enseñanzas que has aprendido para tu vida, míralo así, desde ahora nada puede empeorar. Me respondió Estefanía.

 

Enero del 2019

Sí, eso pensaba, pero jamás imaginé que esa frase podría desencadenar un sunami de miseria, que me tocó tragar hasta la última gota. El 2018 fue una tremenda mierda en verdad, si hiciera un resumen tendría que mencionar cuatro acontecimientos que hicieron de este año un castigo para mí . Hoy nos centraremos en uno. 

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Todo el año estuve quieto en casa, esperando la oportunidad de ingresar a un equipo y seguir persiguiendo mi sueño de ser profesional, al llegar diciembre tuve la oportunidad de ir a jugar un partido entre amigos de toda la vida en la cancha de san Fernando.

 

8 de diciembre

Jamás pensé que ese día cambiaría mi vida, antes de empezar el partido notaba que alguien nos observaba desde la lejanía, un hombre de unos 50 años,, su piel era morena; tenia una camisa a cuadros y un pantalón oscuro, siempre sentí que aquella persona haría algo esa noche.

 

-Hey flaco, ¿sabes quién es ese hombre que está detrás del arco? Le pregunté a Jean Paul-No tengo ni idea bro’, concéntrate que tenemos que ganar esos treinta mil.

 

-Tienes razón, vamos a empezar.

 

Me dirigí hacia el arco y me puse en posición, el partido transcurrió con toda normalidad, puedo decir con alegría que lo único bueno que pasó esa noche fue ganar el partido. Cuando se terminó el encuentro salimos del escenario y fuimos a las gradas a cambiarnos, aquel hombre se acercó a nosotros y me llamó.

 

-Ey, chico ven un momento.

 

-¿Sí? ¿Qué?  ¿pasa algo? Pregunté 


 

-No tranquilo, yo me llamo Óscar ¿Cuál es tu nombre?

 

-Me llamo Andrés, ¿necesita algo?

 

-No, mira yo soy un cazatalentos, me alojo en un hotel de aquí cerca, tengo un equipo al cual le hace falta un portero y me gustaría saber si quieres hacer parte del proyecto.

 

Yo no creía lo que estaba pasando, ¿me preguntaba por qué?, el cómo sucedió todo, mi mente se encendió en fuego, en una emoción de felicidad. Claro, no es normal que a un chico de 16 años sin equipo alguno le pase este tipo de cosas solo por un partido amistoso, aunque lleno de felicidad siempre tuve dudas 

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-Mira aquí tengo una tarjeta donde puedes corroborar que toda la información que te dé es real, he empezado un proyecto hace 9 meses y desde que empecé me he movido por diferente ciudades, pueblo y departamentos del país buscando jugadores de fútbol para llevar a Argentina y mostrarlo a 5 clubes donde tengo contactos. Si te interesa el día de mañana tendremos un partido de fogueo en la cancha de -care perro- a las 2de la tarde, y allí te puedo mostrar al equipo, el hotel donde nos quedamos y contarte más sobre el proyecto, también podemos hablar con tus padres ese mismo día. ¿Te parece?

 

-Claro que sí, mañana estaré allí y podremos hablar mejor. Le dije.

 

-Está bien Andrés, hasta entonces

Algo dentro de mí quería salirse de mi cuerpo y gritar a los 4 vientos que mi sueño estaba apunto de cumplirse, tomé mi bicicleta y de la manera más rápida y riesgosa, manejé hasta a casa para contarle a mi madre sobre este maravilloso encuentro. 

He llegado a casa y pienso, como carajos podré decirle a mi madre esto. La llamo  y le digo que se dirija hacia la sala, mi pretexto, tenemos que hablar.

-"Mama, hoy me ha pasado lo que tanto hemos pedido a Dios, hoy te daré la solución para salir de la pobreza”

-¿Qué estás diciendo? Pregunta mi madre.

-Así como lo escuchaste ,presta atención…

Luego de 15 minutos de hablar  sobre aquel suceso ninguno de los dos aguantó  las lágrimas, nos damos el abrazo más fuerte y caluroso que sentiré en toda mi vida, mientras las lágrimas recorren nuestros rostros y estrujan nuestra alma 

 

9 de diciembre 

Ha llegado el gran día, alisto mis implementos deportivos por si existe la oportunidad de jugar y mostrarle al cazatalentos de lo que soy capaz. Llegan la 1:30 de la tarde, me despido de mi madre y le pido que rece y le pida ayuda a Dios y a mi hermano que me regale éxitos en todo lo que ocurra ese día.

Luego de mil bendiciones y besos me subo en mi bicicleta y me dirijo hacia la cancha lleno de ilusiones, llego alrededor de la 1:45, saludo a Óscar y me dice:

-Me alegro que estés aquí, ¿Cómo te encuentras hoy?, veo que has traído un bolso, ¿Qué traes ahí?

 

-También me alegro que me dé la oportunidad, en mi bolso traigo mis implementos deportivos. Pensé que podría jugar con ustedes.


 

- Todos estamos contentos de que estés aquí y claro si tú quieres medirte puedes jugar, pero antes que todo ven yo te presento a tus nuevos compañeros. Camino entre las gradas mientras que Óscar me presenta a cada uno de los integrantes del equipo, entre todas las personas veo a un viejo conocido, un chiquitín de 18 años que conocía desde hace unos 3 o 4 años, entrenamos juntos alguna vez, su nombre era Samuel.  Me sentía aliviado: Primero me daba confianza que él estuviera allí , segundo porque  saber que él estaba allí me tranquilizaba ya que no sería un bicho raro.

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Luego de unos 10 minutos estaba listo para terminar lo que había iniciado la noche anterior, mis piernas temblaban y mis manos se hicieron mantequilla los primeros 20 minutos del partido, luego desempeñé un papel muy bueno tapando un penal y dejando el marco en 0 al final del partido.

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-Lo has hecho muy bien, no tengo dudas que esto lo podremos sacar adelante. Me dice el entrenador.

 

Me sentí reconfortado y muy afortunado, nos cambiamos de vestimenta y nos dirigimos hacia el hotel Mariposas, era un lugar  muy grande y se ve realmente lujoso. El equipo completo tiene toda la planta superior, alrededor de unas 13 habitaciones para cada uno de los integrantes del equipo.

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Óscar me enseña las habitaciones y me cuenta de dónde proviene cada unos de los jugadores: Son 4 de Barranquilla, 2 de Cartagena, 3 de Cali,1 de Apartadó, 1 de Medellín, y yo futuramente. Luego del recorrido Óscar me enseña los papeles de las entidades que lo apoyan, el dinero presupuestal que tiene y los papeles de cada club argentino al que visitaremos. Me explica que su idea es mostrar talentos colombianos  en clubes como: Boca Juniors, River play, Tucumán, Independiente y Racing; cuatro equipos muy grandes de Argentina que comparte algo en común, jugadores colombianos en sus filas. 

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Óscar me muestra 5 videos de futbolistas que mandan saludos y piden confianza sobre el profesor , ya que gracias a él están en esos equipos, el video mas importante es sobre Juan Fernando Quintero, Mientras veo el video pienso: es imposible que una personas tan exitosa y tan seria como lo es el 10 de River play haga parte de una estafa, mientras pienso esto mi cuerpo siente un aire de paz y tranquilidad.

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Óscar me cuenta cómo funciona el “negocio” por llamarlo de alguna manera, me dice que para sacar esto adelante necesita unos papeles, me regala una lista que dice: permiso de salida del país firmado por notaria, tarjeta de identidad al 200%, cédula de mis padres, 1 millón de pesos para comprar pasaporte y el uniforme del club. Después de este ultimo mi piel se estremece, yo sabía que no tenía el dinero para costear esto, luego  hacemos una cita para hablar con mi padre, me despido de Óscar y su equipo. Mientras voy camino a casa mis lágrimas se escapan de mí, me detengo un minuto en la cancha de San Fernando para fumar un cigarro y pensar de dónde podría sacar el millón.

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Ahora pienso que nunca debí haber conseguido el dinero, hubiera sido lo mejor que me pasara en la vida, pero la vida no lo quiso así, Dios nos mintió, se rio de nuestra desgracia y escupió sobre nosotros, mientras se alejaba llevándose un pedazo de mi alma.

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Conseguimos el dinero con esfuerzo, sacrificando nuestra navidad y nuestras necesidades. Impuestos, servicios, comida, regalos, todo…

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24 de diciembre

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Un cigarrillo en mi mano derecha y una cerveza en la  izquierda, mientras lloraba y observaba  la ciudad de Medellín desde el mirador de envigado, te preguntarás tú querido lector, ¿Qué ha pasado?

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Óscar se fue de Medellín. robándose el dinero de mi familia y abandonando a 11 chicos en un hotel sin destino alguno. Sabía que había gente pasándola peor que yo como los 11 chicos en el hotel, personas en el hospital o personas que viven en la calle. Pero yo, yo me sentía como un imbécil y era imposible no sentirse así.

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Aguantamos hambre todo el mes gracias a mí, gracias Óscar, mi hermana no pudo comprar el PC que necesitaba para la universidad por ayudarme, mi madre no pudo pagar sus deudas y se endeudó más y  mi padre decidió regalarme su odio y yo no podría hacer las cosas que quería hacer en aquel mes de “felicidad”.

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Ese día no solo perdí dinero, ese día me perdí. Caí en las drogas, perdí personas y momento grandiosos de mi vida, pero lo más importante, perdí mi amor por el arco, como dije, no solo me robaron dinero. Óscar se robó mi sueño de hacer feliz a mi familia, ese día Dios solo fue un chiste para mí y así se mantiene hasta el día de hoy.

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