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Recuerdo de la calle 27…

Autor: Andrés Sánchez. 

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Ana y Gabriel son una hermosa pareja que vive en las montañas de Córdoba. En su provincia no existe una pareja igual a ellos, el amor que estos dos jóvenes se tiene nunca se ha visto, vivido e incluso escrito en toda la existencia. 

Luego de casi 10 años de relación Gabriel decide arriesgarse y dar el siguiente paso, hacer una familia con la persona que ama desde pequeño, así que después de una hermosa velada, Gabriel y Ana se dirigen a la montaña más alta de Córdoba, bajo la luz de la luna, Gabriel mira directamente a los ojos de su amada y dice: 

  • Amor, te ves hermosa esta noche. Juro solemnemente antes Dios que jamás te he visto tan hermosa como la noche de hoy.

 

  • Para amor. Me vas hacer llorar. Responde Ana con los ojos vidriosos.

  • ¿Enserio?, porque creo que esta noche lograré hacerlo. Aclara Gabriel.

  • ¿Qué? ¿Qué quieres decir con eso?

  • Amor, hemos pasado momentos hermosos, algunos no tan buenos y muchos que jamás olvidaré. En este momento de mi vida sé perfectamente que quiero pasar mis mañanas junto a ti, gritarle a toda Argentina que eres el amor de mi vida y la madre de mis hijos. Así que  bajo la atenta mirada de Dios te pregunto; ¿quieres casarte conmigo y hacerme el hombre más feliz del universo y sus confines?

Hay un silencio total en el aire, Gabriel espera impaciente la respuesta de Ana, mientras los grillos alargan su espera. Ana rompe en llanto. y entre lágrimas exclama:

  • Sí, jamás lo dudaría.

Ambos se abrazan y se besan con tanta pasión que sus cuerpos caen derretidos sobre el piso, debido al amor que se siente en la fría noche. 

6 meses después el hermoso día ha llegado, la boda está programada para las 5 de la tarde en la iglesia de la ciudad.

Familiares, amigos y conocidos  acudieron al llamado para celebrar tan hermosa unión. Mientras Gabriel y sus amigos esperaban impacientes la hora de partir a la iglesia, Ana se encontraba en casa de su madre, asustada de lo que estaba por venir, su mente era un total lio, muchas memorias recorrían su subconsciente, pero el miedo se adueñó de su corazón.

Cae la tarde, el reloj marca las 5:30 y todos en la iglesia se hacen la misma pregunta, ¿dónde está Ana? Gabriel mira al cielo esperanzado de que su amada se encuentre atrapada en el tráfico argentino.

Como un rayo de esperanza para Gabriel llega Alejandra, la madrina de Ana que le dice que su futura esposa acababa de tener un accidente

  • ¿Qué acabas de decir? Pregunta Gabriel preocupado.

  • Sí, ve rápido se encuentra en la calle 27.

Una hora más tarde Gabriel llega a casa en la que hay un silencio que corrompe su mente y hace que cada fibra de su cuerpo tense con cada paso que da hacia la habitación, aún no asimila que el día más hermoso de su vida, terminara siendo la tragedia del siglo.

Gabriel entrar a la habitación, se acuesta en su cama y los recuerdos que vivió con su amada atacan su memoria. 20 minutos después de estar en cama, Gabriel decide ir al lugar donde su amada dio su último suspiro, la calle 27. Casi toda la vía está cerrada con cinta policial, pero a él no le importa y entra igual, se sienta en el piso y entre lágrimas grita  y se lamenta. Una lluvia torrencial cae sobre, él  está destruido, se pregunta por qué le tenía que pasar eso a ella.

Luego de unos minutos, un pequeño brillo ataca a la cara de Gabriel, fastidiado decide buscar su origen, se dirige hacia donde proviene la luz y lo que encuentra allí termina de destrozar su alma, los tacones de su prometida que él le había regalado días antes de la boda se encuentran a un costado de la vía, un silencio cubre a la ciudad de Córdoba mientras que ya no queda nada para Gabriel en aquella provincia, solo un recuerdo de la calle 27…

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